Los medios de comunicación se encuentran inmersos en una era de cambio y adaptación tras la aparición y popularización de modelos de Inteligencia Artificial (IA) como ChatGPT. Las principales editoras de medios han iniciado un proceso de reflexión en torno al uso de la IA generativa en sus propias redacciones, que está cristalizando en manuales internos de uso, como es el caso de Reuters, Le Parisien y muchos otros.
El equipo editorial de El País ha comenzado a transitar también por este sendero imprescindible. Su directora, Pepa Bueno, ha encargado al departamento de Tecnología una labor preliminar de investigación antes de tomar cualquier determinación. El Comité Editorial, representante de los periodistas, ha solicitado por su parte a la dirección un programa de formación especializado para los redactores y una reflexión interna.
En todo caso, el Libro de Estilo de El País ya marca unas directrices que, aunque en algunos casos no estaban pensadas específicamente para la IA, sí limitan su uso.
Por ejemplo, en el ámbito de la imagen, el manual prohíbe explícitamente la alteración de las imágenes, salvo en situaciones técnicas concretas, tales como edición periodística, eliminación de deterioros o corrección de defectos técnicos. Esta restricción se torna especialmente relevante con el advenimiento de soluciones avanzadas de edición de imágenes basadas en IA como Midjourney y la versión de Photoshop con IA de Adobe, lanzada a finales de mayo.
En lo que se refiere al texto, el Libro de Estilo de El País sostiene como uno de sus pilares éticos fundamentales la necesidad de declarar la procedencia de la información y asignar correctamente a las fuentes que la suministran. En línea con este principio, se establece que, en todas las ocasiones en que se haga uso de la Inteligencia Artificial para la generación de contenido textual, es obligatorio su debido reconocimiento.
Dada la complejidad de estos desafíos, desde El País, la defensora del lector indica que abogan por la prudencia en la incorporación de la IA en su práctica periodística. Insisten en la importancia de hacer las preguntas correctas y de tomarse el tiempo necesario para definir los usos apropiados de la IA en la redacción, con el fin de preservar la credibilidad del periódico y evitar contribuir al ruido informativo.
